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Tuve un largo sueño sobre cómo sería mi vida si tuviera la habilidad de viajar al mundo de los muertos. Cómo podía llevar a gente conmigo el chisme corría rápido, y gobiernos e instituciones de todo el mundo me contactaban para ser un medium y descubrir secretos del pasado. Tenía una vida lujosa, dado que cobraba muy caro por mi servicios, mas no tarde en darme cuenta que entre mas gente metía conmigo a este mundo, mas gente moría. El más allá era una extraña mezcla de junglas, ecosistemas hostiles y ciudades en ruina o abandonados, ya que todo lo olvidado o perdido se trasladaba a este mundo. Los muertos se iba transformando en diferentes cosas, dependiendo cómo su ente fallecido se desarrollaba en ese mundo. Algunos se convertían en animales, otros en rocas o plantas, pero otros solo enloquecían... y divagaban por el mundo deformados y solos. En mi ultima expedición iba acompañado con mi hermana y mi madre, por que buscábamos respuestas sobre un secreto familiar. Tristemente esto llevo a que encontráramos a mi padre, que por alguna razón había muerto sin que nosotros supiéramos. Llore tanto que el mismo sentimiento me despertó del sueño, y solo me dejo el recuerdo de dos cosas: En primer lugar mi padre no quería hablar conmigo, estaba picoteado por miles de abejas y solo jugaba domino, y en segundo, por alguna extraña razón, en el mundo de los muertos se llora sin lagrimas.